Escribe: Andrés Talavera
Fotos: Alonso Molina
A sus 15 años ya tiene más de 100 marcas impuestas, y hace dos semanas sumó un récord más en la XXI Copa Internacional de Natación en Trujillo. ¿Es Alexia Sotomayor la próxima estrella de la natación peruana?
Desde su carril en la piscina del Golf y Country Club de Trujillo, Alexia Sotomayor tiene la mente en blanco. Han pasado un par de semanas desde que superó su primera lesión a la rodilla: un esguince del ligamento cruzado que a finales del 2021 la había marginado del Panamericano Junior en Cali, Colombia.
Y hablamos de una primera lesión para contextualizar que nos referimos a una nadadora joven; muy joven. Si eligiéramos otro tipo de datos, como sus más de 100 récords nacionales, podríamos pensar que Alexia ya suma más de 25 calendarios. Pero no, apenas llega a los 15 años.
Ya en el agua, la celeste arriesga todo desde la partida. Para esta XXI Copa Internacional de Natación, competencia que albergó a nadadores de más de 20 clubes a nivel nacional, sus finales son cortas: 50 y 100 metros, distancias en las que un nadador no puede especular. Y así, en un tris, vuelve a ganar: oro en 100 metros mariposa, oro en 100 metros espalda, oro en 100 metros libre, oro en 50 metros libre y plata en dos carreras de relevo en libre y combinado. Seis medallas, y entre esas, un nuevo récord nacional con el que supera a la trujillana Andrea Hurtado y su marca de 1:03.62 minutos en 100 metros espalda con la de 1:03.00.
La primera vez que Alexia batió un récord nacional fue en el 2018, con apenas 11 años y en la categoría infantil B. La niña a la que le gustaba chapotear desde los seis meses en los talleres de estimulación temprana y que pasó a una preselección a los tres años, había encontrado su motor para seguir braceando: superarse a sí misma.
Un año después, ya formaba parte de la selección nacional, clasificó al Sudamericano Juvenil 2019 y luego a los Panamericanos Lima 2019, donde se midió ante nadadoras que le duplicaban la edad. «Nunca me asustó el contexto; tenía mucha emoción por medirme con gente que admiraba. Era un sueño competir con ellos», comenta Alexia.
Para nuestra nadadora, el 2021 fue un año para aprender a levantarse y seguir. En el Campeonato Sudamericano de Mayores en Buenos Aires, desarrollado en plena pandemia, se demostró a sí misma que podía salir adelante. Durante la cuarentena, un año antes, Alexia se las arregló para no perder el ritmo. Su ingenio y la ayuda de sus padres la llevó a conseguir una piscina infantil de dos por tres metros para atarse a una soga y nadar en un espacio estático. «La pandemia puso a prueba nuestra fortaleza mental», recuerda.
En aquel campeonato, obtuvo una medalla de bronce frente a nadadoras argentinas y colombianas que le duplicaban la edad. Unos meses más tarde, llegó al Sudamericano Juvenil en Lima, para volver al podio e instalar tres nuevos récords sudamericanos en la categoría juvenil.
«Tengo la mentalidad de ir contra mí misma, yo soy mi mayor rival. Siempre ando en busca de mejorar mi marca, pero sin presionarme tanto para que las cosas salgan», confiesa Alexia. Y no nos equivoquemos: puede tener 15, pero hace ya 11 años que decidió tomarse este deporte en serio. «He crecido viendo a Michael Phelps, Katie Ledecky y Regan Smith, que con 17 años batió un récord mundial en un campeonato mundial de mayores. Es algo que yo quisiera lograr».
En su propia carrera de velocidad, la meta más próxima es abril y los Juegos Odesur en la categoría juvenil; pero a largo plazo, una olimpiada y luego una medalla o un récord olímpico. Mientras tanto, ella está preparada para lo que venga, y para volver a derrotarse a sí misma.