“No soy gringo… Soy vikingo”, aclara Carsten Korch, y sonríe de oreja a oreja. Nacido en Dinamarca hace 56 años, es asociado del Club desde hace 15. Carsten trabajó desde muy pequeño en diversas áreas y recorrió el mundo gracias a su espíritu viajero y sus ganas de aprender nuevos oficios. Actualmente, a través de su libro “De soñador a emprendedor”, quiere inspirar a otros a lograr sus sueños. 

Con un español bastante fluido, en pleno muelle náutico de nuestra sede Chorrillos, Carsten repasa las enseñanzas que le dejaron sus distintos trabajos y el proceso de creación de su libro, que en un principio estaba destinado a ser un relato familiar para que sus hijos, Nicolás y Antón, supieran cómo surgió su decisión de radicar en el Perú.

“A mitad de los años 80, en un tren de Barcelona a Suiza, conocí a una chica peruana, Susana. Conversamos de todo un poco durante el trayecto y me citó una frase de Hans Christian Andersen: ‘viajar es vivir’. A partir de entonces comencé a buscar gente peruana en cada uno de mis viajes” confiesa Carsten.

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La calidad humana de Susana, y de los demás peruanos que fue conociendo en el camino, generó que sus ganas de viajar a nuestro país aumentaran. Pero, antes de establecerse en Lima, siguió recorriendo el mundo y desempeñándose en diferentes labores. 

Uno de sus trabajos más inesperados fue convertirse en relacionista público del sello discográfico Polygram, hoy Universal, donde trabajó con bandas como Metallica, Def Leppard y U2. Gracias a esta experiencia pudo compartir mucho tiempo con Lars Ulrich, baterista de Metallica, quien estaba interesado en el marketing y la publicidad. Se hicieron tan amigos, que Lars lo invitó a un concierto en Moscú. “La primera vez que subí a un avión con Metallica, no sabía dónde sentarme. Era un jet privado donde volaban los miembros de la banda. Me sentía fuera de lugar”, confiesa Carsten en su más reciente libro.

Su segundo libro (el primero fue el best seller “101 razones para estar orgullosos del Perú”) propone 21 consejos para todos aquellos que cuentan con un emprendimiento o proyecto. Según Carsten, todo se resume a cómo quieres vivir o ser recordado. “Cuando cumplí 50, me propuse lograr que mis próximos 50 años fueran más interesantes”, sentencia.

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Carsten dice que la vida tiene picos altos y bajos, como los latidos del corazón representados en un electrocardiograma. “Lo importante es tratar de aprender de los momentos bajos y evitar que la línea sea recta. Si llegas a ese punto, significa que estás muerto”.

La decisión de vivir en el Perú no fue difícil de tomar. Carsten disfrutaba de la cultura de nuestro país y de la hospitalidad de la gente, y la familia de Virginia Velasco, con quien se casó en 1997 luego de conocerse en Cusco siete años antes, ya lo había hecho sentirse un peruano más. Decidió establecerse en Lima y se hizo asociado de nuestro Club de Regatas “Lima” para gozar de “un espacio de bienestar y recreación, y poder disfrutar del mar, la playa, sitios para ir a comer y ser parte de la comunidad”.

Tras dos décadas en el Perú, admite que continúa aprendiendo mucho de nosotros. “Aquí aprendí a desarrollar la paciencia”, agrega. “He visto las situaciones más adversas, pero los peruanos saben cómo salir adelante, siempre ven una oportunidad y trabajan muy duro”.

Su libro, “De soñador a emprendedor”, se encuentra en las principales librerías del país. También puede adquirirse en versión digital a través del portal de Amazon o de la web oficial de Carsten Korch.

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