Lo más probable es que las condiciones climáticas adversas hayan obligado a dos aficionados al tenis a crear una versión de salón de este deporte, allá por los últimos años del siglo XIX. Aunque las fuentes consultadas no se ponen de acuerdo sobre el año exacto y las primeras mesas y raquetas utilizadas, lo cierto es que, hoy en día, el tenis de mesa es uno de los deportes más populares del mundo y de nuestro Club de Regatas “Lima”.
Fue en 1972 cuando esta disciplina se incorporó a los deportes competitivos del Club. Su primer recinto fue el Coliseo de Básquet de nuestra sede Chorrillos; luego pasó al Coliseo de Bádminton; estuvo un tiempo en el edificio administrativo, y actualmente ocupa un espacio frente a la playa 3.
El primer campeonato en que participamos como institución fue el torneo “Buscando Estrellas”, el cual disputamos por ser miembros de la Liga de Balnearios de Tenis de Mesa. En dicho certamen, las celestes Laurita de Puertas y Patty Moreno consiguieron los títulos individuales infantil y juvenil de damas, respectivamente.
Tiempo después, aparecerían dos jugadoras emblemáticas del Club. La primera fue Josefina Salazar, quien logró 12 títulos sudamericanos, uno latinoamericano y un subcampeonato mundial. Nuestra otra tenismesista icónica fue Mónica Liyau, quien también logró un amplio palmarés a nivel nacional e internacional, y consiguió clasificar a los Juegos Olímpicos Seúl 1988, donde el tenis de mesa hizo su debut en la máxima cita del deporte mundial.
En épocas más recientes, el tenis de mesa celeste ha demostrado ser uno de los deportes más competitivos del Club, de la mano de representantes como Isabel Duffo, Felipe Duffo, Carlos ‘Nano’ Fernández y Rodrigo Hidalgo. Además, se trata de una disciplina que nos ha dado uno de los torneos internacionales más exitosos de los últimos tiempos: la Copa Club Regatas Internacional de Tenis de Mesa, que a partir de este 4 de mayo celebra su tercera edición en nuestra sede Chorrillos, con más de 800 participantes, 260 provenientes del extranjero. ¡Larga vida al tenis de mesa celeste!
