Nuestra filial Paracas recibió a 45 veleristas del 25 de julio al 4 de agosto.
Sin duda, uno de los deportes más representativos de nuestro Club de Regatas “Lima” es la vela en sus distintas modalidades. Lo avala la medalla de bronce conseguida por Stefano Peschiera en ILCA 7 en los Juegos Olímpicos París 2024, donde también destacaron las veleristas celestes María Belén Bazo y Florencia Chiarella.
Pero todo éxito deportivo, entre otros factores, viene acompañado de un aprendizaje continuo. Es por ello que, del 25 de julio al 4 de agosto en nuestra filial Paracas, 45 timoneles de 9 países participaron en la 3ra Clínica Internacional de ILCA, que además contó con la presencia de cuatro entrenadores extranjeros, tres argentinos (Pablo Sanguinetti, Agustín Velocchio y Manuel Fumagallo), el uruguayo Luis Chiapparro y el peruano Enrique Zevallos.
Por el Perú se hicieron presentes 21 veleristas, 20 de los cuales son parte de la familia celeste. Los otros timoneles llegaron de Colombia, Chile, Puerto Rico, Argentina, Uruguay, Guatemala, Paraguay y Ecuador.
“Esta fue la primera clínica donde tuvimos más deportistas extranjeros que nacionales”, nos dice Rocío Vega, coordinadora de ILCA del Club. Vale añadir que, de cara a la organización del evento, contamos con el apoyo de la Federación Peruana de Vela, que facilitó cuatro botes, así como de algunos asociados amantes del deporte y del entrenador uruguayo Luis Chiapparro.
Durante las lecciones los timoneles navegaron por toda la bahía de Paracas.
“El Club pone mucho énfasis en que los chicos logren el mayor roce internacional al menor costo posible; por eso anualmente se hacen estas clínicas internacionales”, puntualiza Rocío.
Los timoneles internacionales se hospedaron en nuestra sede Chorrillos y, cuando el grupo estuvo completo, partieron a Paracas, donde navegaron e intercambiaron experiencias. “Fue una integración muy enriquecedora. Aparte de navegar y de recibir lecciones, los chicos degustaron lo mejor de la gastronomía peruana, y el último día fuimos de paseo a las islas Ballestas”.
Toca repetir pronto la experiencia y seguir fortaleciendo la vela. ¡Alas y buen viento!
Por primera vez, los timoneles extranjeros superaron en número a los peruanos.