Mientras llega la hora de empezar su entrenamiento, se sientan mirando a la piscina y bromean con el resto del equipo de natación y de aguas abiertas. Incluso, bromean entre ellos, es la forma que tienen para liberar tensiones previo a una competencia importante. Mía Arévalo y Joaquín Devoto formaron parte de la selección peruana que nos representará en Argentina, en el Sudamericano de la especialidad.
Mía tiene 16 años y su acercamiento a este deporte se dio en plena pandemia, cuando las piscinas estaban cerradas. “Desde que toqué el mar, todo fue increíble. A diferencia de la piscina, en donde vas en un carril, aquí tienes libertad. Es un sentimiento muy bonito”. Para Joaquín todo empezó antes de la pandemia, participó en una competencia en la playa El Silencio y todo cambió.
“Me habían mandado para probar, porque vieron que tenía mucha resistencia para nadar. Desde esa primera experiencia me gustó el mar. Aquí hay mucha estrategia, debes pensar bastante”, explica Joaquín. Ambos coinciden en que un elemento que le da más emoción a la natación de aguas abiertas es la rivalidad: aquí no hay carril que separé a los nadadores, los roces entre brazadas pueden cambiar el final de una competencia.
A pesar de ser tan jóvenes, no muestran nervios por competir internacionalmente. Ya han recorrido parte de Latinoamérica y del mundo representando al Club y al Perú, la competencia más reciente fue los Juegos Sudamericanos de Playa, celebrados en Santa Marta, Colombia, a mediados de julio. Saben que un buen resultado no solo se traduce en medallas.
“Está la posibilidad de ingresar al PAD (Programa de Apoyo al Deportista del IPD), poder tener sponsors y ser invitado a centros de alto rendimiento en distintas partes del mundo”, explica Joaquín. Por su parte, Mía sabe que destacar en este deporte puede abrirle la puerta a estudiar en el extranjero: quiere dedicarse a la astronomía o a la astrofísica.
A su retorno de Argentina deberán prepararse para la Copa Regatas Lima de Aguas Abiertas, en el mes de noviembre; luego para el Nacional de piscinas, y, por último, para el Nacional de aguas abiertas. Los dos se esfuerzan día a día para llegar su máximo nivel, se sienten agradecidos y apoyados por la comisión de Aguas Abiertas. Su forma de retribuirlo es dejándolo todo en cada brazada.
¡Nacemos deportistas, nos preparamos para ser campeones!