En tierras argentinas, nuestro celeste acaba de conseguir su mayor logro deportivo hasta la fecha: el oro en florete juvenil masculino en el Campeonato Sudamericano Precadete, Cadete, Juvenil Rosario 2024, un mérito que el deporte peruano no ostentaba desde hace 36 años. “Disfruté mucho de la competencia, de cada segundo”, nos dice Víctor, que en los próximos días se mudará a Los Ángeles para continuar evolucionando como esgrimista en el prestigioso Elite Fencing Club. “Irme siendo el mejor de esta parte del continente es una gran manera de llegar al extranjero”, agrega.
En el Sudamericano de Rosario, superó a un ecuatoriano, un argentino (el favorito de los locales), un colombiano y un brasileño para subir a lo más alto del podio. “El factor mental es importantísimo, hace la diferencia”, apunta Víctor, de 19 años. “La táctica y la estrategia definen quién gana. Puedes ser muy bueno, pero tienes que aprender a controlar tus emociones, la toma de decisiones… Por eso, a la par de entrenar con el coach Andrey Sladkov, trabajé mucho con el psicólogo del Club, José Antonio Valdivielso, que me ayudó abismalmente a mejorar mi esgrima”.
La familia de Víctor no es ajena a este deporte. De hecho, su bisabuelo Víctor Flores Garrido compitió en la modalidad de sable en los controversiales Juegos Olímpicos Berlín 1936, y pudo haber tenido chances de subir al podio (llegó a vencer al húngaro que acabaría alzándose con el oro), de no ser porque la delegación peruana se retiró luego de la famosa polémica generada tras el partido de fútbol con Austria.
“Siempre fui un chico muy eléctrico, con mucha energía, no podía estar quieto”, recuerda Víctor, que incursionó en la esgrima hace ya una década, cuando ingresó a la academia del Club. “Recuerdo que, después de tres o cuatro meses de entrenamiento, participé en mi primera copa nacional y gané una medalla de plata en la modalidad espada. Meses más tarde, competí en un Panamericano, en Lima, y gané dos medallas de bronce en florete y espada. Conforme fui creciendo, me fui enamorando de este deporte. La esgrima, para mí, no es un hobby, sino parte de mi vida. Estoy convencido de que voy a ser de los mejores del mundo”. El Panamericano de esgrima de 2025, los Panamericanos Lima 2027 y los Juegos Olímpicos Los Ángeles 2028 son tres de sus principales objetivos a mediano y largo plazo, no en vano ya alista maletas para establecerse en California.
Víctor confiesa que le da pena dejar el Perú por “el factor Regatas”. “Estoy enamorado de este club, le tengo un aprecio increíble, impulsa a un montón de atletas peruanos a seguir creciendo”. Como prueba de ello, se anima a dejarnos una promesa: “El día que llegue a los Juegos Olímpicos, lo haré con la bandera del Club en el corazón”.
