La actual directiva apuesta por el regreso del remo costero, llevando a Chorrillos a ser nuevamente el epicentro de la práctica de esta disciplina.
En el siglo pasado, remar en Chorrillos te daba cierto estatus en el Club, no importaba si eras de las categorías menores, equipo principal, máster o un simple turista —como dice nuestro himno—. Dormir en los dormitorios del tercer piso en el edificio antiguo y levantarse en las madrugadas para subirse a una yola y remar en competencias era un honor para los deportistas y una fiesta para los espectadores. En el siglo pasado, si eras un boga del Club eras el dueño de la fiesta y eje de toda una mística deportiva. Eras un verdadero personaje.
Hoy la actual directiva apuesta por traer de vuelta aquellos días que fueron eclipsados por dos eventos importantes: la atractividad de la tecnología deportiva con la llegada de los botes de fibra de carbón —las actuales embarcaciones shell— en los años ochenta y la muerte del colorao’ Muñoz. “Él nos enseñó a remar a muchos. Era el eje emblemático por el cual giraba todo el remo en Chorrillos. Un tipo excepcional que no tuvo a nadie que pueda llenar sus zapatos”, cuenta Erick Meier, remero máster y coordinador del retorno del remo costero (coastal) en el Club.
Para Erick existe un tercer factor, y es que el asociado cambió. Muestra de ello es que el Regatas pasó de ser un club netamente deportivo a uno más social. Sin embargo, para el experimentado boga, ello no debe representar una traba, sino una oportunidad para atraer a una mayor cantidad de jóvenes a practicar el remo costero, nuestro deporte insignia, revalorizando a la sede de Chorrillos como base central de remeros en el CRL.
“Antiguamente, en el Club teníamos a unos 100 remeros de entre 13 y 18 años viviendo y entrenando en la sede principal, sea invierno o verano; y en La Punta, que era el sueño de muchos de estos deportistas, entre 60 y 80”, recuerda José Antonio Tord, director de Remo, quien explicó que al cortarse la práctica de esta modalidad de remo en Chorrillos, el equipo competitivo de La Punta comenzó a disminuir, quedando hoy con no más de 25 deportistas competitivos, aproximadamente.
Sucede que la escuela de remo de Chorrillos, bajo la práctica del remo costero, sirvió durante mucho tiempo como captador de remeros competitivos para el equipo de mayores del Club. Al cerrarse esta práctica, en el Club bajó considerablemente la afluencia de chicos al remo, ya que si querían participar y/o aprender, debían ir a La Punta, con la cosiguiente logistica que esto involucra: entrenar por las madrugadas antes de partir a las clases en la escuela o universidad.
Es por ello que, cuando se levante la cuarentena, el Club continuará con la primera fase de este proyecto de reactivación, empezando con la academia de verano. Luego, los chicos seleccionados pasarán a la Escuela de Remo, momento en el que abrirán nuevamente los dormitorios para que se queden a dormir los martes y jueves. Finalmente, los elegidos pasarán la noche los martes, jueves y viernes en Chorrillos, mientras que los días sábado se dirigirán a La Punta para entrenar con los botes shell.
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¿Costero vs shell?
Existen ciertas diferencias entre un remero de embarcación shell y uno costero. Empezando por el mismo bote, siendo el primero mucho más angosto, ligero y sensible que el segundo.
Desde el lado físico, uno es un velocista de regatas de 2000 metros, que se desplaza a través de aguas tranquilas en carriles de ida; el segundo es un deportista maratónico, apto para las regatas de largo aliento, capaz de recorrer de 4 a 12 kilómetros en mar bravo y en un circuito de curvas.
Sin embargo, existe un factor que unió a estos dos tipos de deportistas: ambos empezaron desde una embarcación costera. “El Regatas se crea con el remo costero, con los botes de madera antes llamadas Yolas. Así funcionó durante mucho tiempo”, comenta Erick.
Hoy la estrategia es volver a la raíz, que nuestros deportistas inicien con este tipo de bote y, a partir de ahí, seleccionar a quienes cumplen con las condiciones para formar parte del equipo de remo costero en Chorrillos o para competir en bote shell y trasladarse a La Punta. “Cada grupo contará con sus propios objetivos”, agrega José Antonio.
Para ello, ahora el Club cuenta con un equipo técnico de profesionales liderado por Yoennis Hernández, entrenador del campeón mundial Eduardo Linares y DT por cinco años de la selección nacional, quien tendrá la misión de armar al equipo competitivo de remo costero junto a Diego Murillo y Óscar Lacca.
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Trabajando a futuro
Sin dejar de potenciar la performance del equipo shell, el primer objetivo en el remo costero será formar un equipo que nos represente en los campeonatos sudamericanos, panamericanos, el mundial en Portugal, las olimpiadas del 2024 en París —la cual servirá como primera prueba de esta modalidad de remo como deporte olímpico— y las del 2028 en Los Ángeles.
Y si bien este proyecto es una apuesta, para Erick Meier cuenta con solidez, pues conjugaron distintos factores generacionales, como el deseo de los pequeños por entrar al mar y remar, y la vuelta de aquellos deportistas experimentados que, en su momento, tuvieron que dejar de lado su pasión por motivos académicos y de largas distancias.
La vuelta del remo costero también significa el regreso del espectáculo. “Podemos tener una regata de la Playa 1 a la Playa 2, y armar un circuito en el que tendrían que bajar, correr a una sombrilla, darle una vuelta al estacionamiento y volver al bote para remar de regreso a la segunda playa. Imagínate esa regata con cuatro botes y que todos tengan que dar la curva en la misma boya”, explica Erick Meier.
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Hace no mucho tuvimos un primer acercamiento en el 2015, cuando el Regatas fue sede del único campeonato mundial desarrollado en esta parte del continente. Traer de regreso este tipo de competencias pudo abrir un abanico de posibilidades para masificar la práctica del remo. Ahora la directiva busca llevar a la realidad dichas posibilidades. “Podríamos remar por toda la costa del Perú, o incluso hacer un tour, con regatas en Moquegua, Tacna, Huarmey, etc”, concluye Erick.
En Chorrillos, hace muchos años, tuvimos un restaurante llamado Las Yolas, en honor al emblemático bote de remo con el cual se inició la práctica de esta disciplina entre nuestros asociados fundadores. Hoy este proyecto busca recuperar cuatro yolas y alistarlas para ser el atractivo principal de una futura competencia en el Club. Una que haga que los muelles y terrazas se vuelvan a copar de asociados, emocionados por presenciar las regatas de nuestros deportistas. Porque remar en Chorrillos debe ser eso, un honor.
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