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De padre estadounidense y madre peruana, Diego Ensley Paz Soldán empezó a practicar esgrima cuando tenía 9 años de edad. Hoy, con 15 años, se ha convertido en uno de los principales representantes celestes en su categoría y está a punto de competir en la Copa Mundial Junior de Esgrima, que se disputará del 18 al 20 de noviembre en la Videna. “Mi nivel de esgrima no ha dejado de crecer”, nos dice Diego. “Llevo toda mi vida entrenando en el Regatas: este es mi Club… Tanto Petr (Bondarenko) como Andrey (Sladkov) son muy buenos profesores, me han ayudado mucho para las competencias”.

Diego es un amante de las técnicas de combate. “Me llama la atención poder usar técnicas con armas”, dice nuestro esgrimista en la modalidad espada. “También practico florete, pero prefiero la espada”, agrega.

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Diego nació con una condición en el brazo derecho. “No es una dificultad, solo necesito un brazo para combatir”, nos dice.

Diego nació sin el antebrazo derecho. Sin embargo, esta condición no lo amilanó; al contrario, lo hizo más fuerte. “Ya me acostumbré, he aprendido a sobrellevarlo… Durante un tiempo utilicé una prótesis, pero no me gustó, me siento más cómodo sin ella”, comenta. “Técnicamente es un punto a favor: cuando hacemos espada, el rival tiene menos área donde tocarme… Aunque no importa tanto porque nadie golpea en el brazo”, bromea.

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Asisto al Club desde niño; mi madre también”, cuenta Diego, que se inició en la esgrima a los 9 años.

“Casi siempre logro subir al podio, pero me falta ganar el oro”, confiesa. “En mi primer combate, me eliminaron en 17 segundos”, recuerda. Sin embargo, en su segunda competencia (la Copa Terrazas de Esgrima) corrió mucho mejor suerte: subió al podio en la categoría pre infantil “B” (de 9 a 11 años). 

Diego reconoce cinco puntos de fortaleza en su esgrima: su técnica, su fuerza, su mente, su estatura y ser zurdo. “Usar solo la fuerza no sirve casi nunca. He competido contra rivales con mucha fuerza pero con poca técnica, y no he sentido un gran nivel… Además, hay menos esgrimistas zurdos que diestros, entonces se les hace más difícil un rival que compite con el brazo cambiado”, reflexiona nuestro deportista de 1.89 metros. 

Diego se prepara para afrontar un último reto antes del mundial: la Copa Álvaro Panizo 2022. La competencia se desarrollará durante la segunda semana de noviembre y abarcará las categorías cadete, juvenil y mayores, en la modalidad espada. “Planeo competir solo en espada”, afirma. “Por ahora solo quiero ganar una medalla de oro y logros a nivel internacional”. Sin duda, pronto lo veremos en lo más alto del podio.  

¡Nacemos deportistas, nos preparamos para ser campeones!

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Astrid Wagner, Cristóbal Indacochea, Diego Ensley e Ian Hemmerde en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, antes de partir al Campeonato Sudamericano Pre cadete, Cadete, y Juvenil Cochabamba 2022, disputado del 17 al 23 de octubre.