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Fuentes: “Travesía Bicentenaria. Historia del Club de Regatas ‘Lima’”, de Juan Carlos Flórez / “Club de Regatas ‘Lima’ 1875-2000. 125 años”.

Sin duda, una de las etapas más críticas que atravesó nuestra institución fue la que vivimos durante la Guerra del Pacífico, el conflicto bélico entre Perú y Chile que, además de sensibles fallecimientos e innumerables daños materiales, ocasionó que las actividades del Club quedaran en suspenso. 

Antes de llegar al belicoso día del 5 de abril de 1879, nuestro Club había logrado su primer triunfo en una regata oficial, el 28 de abril de 1878, cuando superó al “Chorrillos” y al Club Callao. Además, habíamos encargado la fabricación de nuevas embarcaciones, que serían destinadas para el entrenamiento de nuestros bogas.

Debido a la gran popularidad de las regatas de remo en aquella época, la Hermandad “Santa Rosa” había enviado una solicitud para que nuestro Club organizara competencias de carácter benéfico. Iban a realizarse el 27 de abril de 1879, pero, evidentemente, la declaración de guerra cambió los planes. También se aplazó el bautismo de los nuevos botes. Vale destacar que, por aquel entonces, contábamos con 88 asociados, y el número disminuiría con el transcurso de la guerra.

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Para 1880 se estableció que los asociados alistados en las Fuerzas Armadas estaban exentos del pago de sus cotizaciones, desde el 1 de enero de ese año hasta la conclusión de la guerra. A medida que avanzaban los meses, iban llegando noticias sobre los miembros del Club que combatían en los distintos frentes. Las novedades tardaban en llegar, pero no eran alentadoras: algunos habían sido capturados; otros habían fallecido. 

Con mucha prisa y ante la llegada del ejército chileno, se tomó la decisión de poner a buen recaudo las propiedades (botes) del Club, en casas de algunos asociados o de amistades que vivían en Chorrillos. Los libros de actas y otros documentos se entregaron al vicecónsul de Brasil de aquella época, Ernani Lodi Batalha, quien también era asociado del Club.

Sin embargo, para enero de 1881, con la batalla de Chorrillos, muchas casas fueron saqueadas e incendiadas. El hotel Terry, donde se realizaban las reuniones iniciales de nuestro Club de Regatas “Lima”, fue usado por las tropas chilenas (algunos autores afirman que como centro de acopio del botín recogido de las residencias chorrillanas, otros aseguran que era utilizado como arsenal), y terminó desapareciendo producto de una explosión, en la cual se perdieron varios activos del Club.

En 1882 se dio a conocer la relación de asociados fallecidos durante el conflicto bélico, a los cuales se les rindió homenaje con un monolito ubicado en el Presbítero Maestro de Lima. En octubre de ese año, solo 32 asociados se encontraban en la capital y no estaban en condiciones de realizar el desembolso necesario para recuperar los enseres perdidos. Por ello, el Club declaró un receso hasta poder reorganizarse, como consta en el acta de la Junta General del 22 de octubre de 1882.

Un año después, pasadas 24 horas de la firma del Tratado de Ancón, se decidió disolver el Club de Regatas “Lima”. Sin embargo, en 1894, nuestro fundador José Vicente Oyague y Soyer convocó a los asociados que habían sobrevivido a la guerra para propiciar el renacimiento del Club. Se reunieron el 7 de agosto, aprobaron el ingreso de nuevos asociados y reactivaron nuestra vida institucional, al punto de que, en setiembre de ese mismo año, organizamos los Juegos Deportivos Interescolares e Internacionales, con lo cual, además, empezamos la tradición de impulsar el deporte peruano.

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