Periodista de 61 años. Debutó en la tele hace casi cuatro décadas. Emblemático conductor de América Noticias. Padre de seis hijos. Asociado del Club desde mediados de los noventa. Si pudiera volver atrás, terminaría sus estudios de Filosofía y se aplicaría más en el idioma alemán.
Si hicieran una película de tu vida, ¿cuál te gustaría que fuera la primera escena?
Jugando fulbito con mis amigos de la calle Puerto Rico, en Jesús María, como a los 10 u 11 años.
¿Qué quisieras haber inventado?
Un dispositivo que permitiera recuperar los recuerdos que se van borrando.
Cuando eras chico, ¿qué querías ser de mayor?
En algún momento me imaginaba de sacerdote… Se me pasó bien rápido… Después quería ser locutor deportivo, a lo Littman Gallo ‘Gallito’.
Si eligieras otra profesión, ¿cuál sería?
Maestro de escuela.
¿Qué es lo más raro que te ha pasado durante un programa en vivo?
Tomar de la mano a una mona vestida de novia.
En tu opinión, ¿cuál es la receta para permanecer tanto tiempo vigente en televisión?
No hay receta, se parece más a una casualidad. Ojalá no se den cuenta de que llevo tiempo en televisión.
¿Alguna vez has tomado un trabajo solo por razones económicas?
Muchísimas veces, no veo qué hay de malo en trabajar por razones económicas.
A tu juicio, ¿qué es lo mejor y lo peor de ser un personaje conocido?
Lo mejor es que te topas con personas que te tratan con familiaridad. No es malo, pero extraño cuando iba en combi, difícil hacerlo ahora.
¿Qué es lo que más te duele del Perú de hoy?
Lo de siempre: el abandono y la postergación de la gente, la extrema necesidad y la terrible inseguridad.
¿Cuál ha sido el momento más difícil de tu vida?
El traslado de un cementerio a otro de los féretros de mis hermanas fallecidas.
¿Qué aprendiste de tu padre y de tu madre?
Ojalá hubiera aprendido algo de mi padre y de mi madre. He querido seguirlo a él en el rigor en la investigación; a ella, en su pasión por las causas justas.
¿En alguna ocasión has estado en peligro real?
De niño casi me ahogó. Se me clavó la «pititable» (su tabla) en el estómago y me hundí en el agua… No veía salida y tragaba agua…
Si tuvieras la opción de sentarte a cenar con tres personas o personajes, reales o ficticios, muertos o vivos, ¿a quiénes elegirías?
Me hubiera encantado conocer a Ludwig von Mises, un economista austriaco (1881-1973), y cenar con él. Me hubiera encantado conversar más con Jorge Luis Borges, a quien vi en tres oportunidades, pero con muchas otras personas de por medio. También me habría gustado cenar con Ernst Cassirer (1874-1945), un filósofo alemán. Y creo que a los tres les hubiera gustado conocerse.
Si solo pudieras ver la misma película, leer el mismo libro y escuchar la misma canción, ¿con cuáles te quedarías?
Eso sería enfermante, pero si obtuviera ese castigo, escogería quizá «Desde el jardín», con Peter Sellers; «Derecho, Legislación y Libertad», de Friedrich von Hayek; y quizá “Bohemian Rhapsody”, de Queen.
¿Qué metas o deseos pendientes tienes?
Terminar de pagar mi deuda hipotecaria.