Pasar al contenido principal
Belaunde Terry solía pasear por las instalaciones de nuestra sede Chorrillos.

A lo largo de nuestros 150 años de historia, hemos distinguido como asociados honorarios a un selecto grupo de peruanos ejemplares. Es el caso del expresidente de la República Fernando Belaunde Terry, quien recibió este reconocimiento en 1983. Según el registro oficial, el arquitecto figura como el asociado honorario 1446. Curiosamente, nunca se le emitió un carnet. Su carisma y su amable sonrisa eran su carta de presentación en cada visita que hacía a nuestra sede Chorrillos.

Belaunde solía destacar la importancia del rol del Regatas “Lima” en la defensa del territorio nacional durante la Guerra del Pacífico. De hecho, siempre se refirió en términos elogiosos hacia nuestra institución. Una muestra de su cariño y respeto fue donarnos una filigrana de plata del BAP Montero, primer buque de guerra construido en los astilleros de la Armada Peruana. Al día de hoy, dicha pieza se exhibe en el primer piso del Hall Principal de nuestra sede Chorrillos. 

Como asociado honorario, además de caminar a diario un kilómetro y medio y de nadar asiduamente en la playa 2 de la sede, Belaunde nos hizo llegar una carta donde adjuntaba algunas notas que preparó con motivo del 125 aniversario del Club. En ellas, entre otras cosas, manifestaba que el “Lima” era “símbolo de la patria y centro de desarrollo y progreso” y valoraba nuestro “esfuerzo privado en la vida deportiva y cultural del Perú, que no afectó al erario público”.

Junto al legendario ‘Colorado’ Muñoz, en la playa 1 de nuestra sede Chorrillos.

Durante su segundo mandato como presidente de la República, Belaunde estuvo presente en el acto de inauguración del busto en homenaje al Almirante Miguel Grau Seminario, e inclusive celebró su último cumpleaños como mandatario en funciones en nuestra sede Chorrillos. En la cena de celebración, Belaunde Terry asistió junto a su esposa, Violeta Correa, y sus ministros de Estado, acompañados de sus respectivas parejas.

Ya retirado de la vida política, Belaunde continuó disfrutando del Club y del mar, por el cual sentía un gran cariño. Tanto así que en 2001, un año antes de su fallecimiento, se le vio en compañía de sus nietas y de su primera bisnieta caminando por los alrededores de nuestra playa 2. ¡Gracias por compartir tanto con nosotros, recordado Arquitecto!

150 años escribiendo historias.

El expresidente de la República participaba de manera activa en los asuntos del Club.