Por Mauricio Bock, PhD(c) en Psicología
Las emociones que nos habitan guían nuestro actuar. Como con cada paso que dejamos en la playa, dejamos huellas que representan nuestros encuentros y relaciones con otros. Estas huellas, invisibles a los ojos pero palpables en el corazón, marcan nuestra travesía emocional y cómo afectamos a quienes nos rodean.
Cada interacción que tenemos deja una sensación y cuenta una historia. Algunas son delicadas, mientras que otras son profundas, como marcas en una roca que resisten la prueba del tiempo. Así como las olas borran y suavizan las huellas en la playa, el tiempo también puede desvanecer la memoria del encuentro, pero no la sensación que dejamos en los demás. Aquí radica nuestra responsabilidad: en asegurarnos de que cada huella que dejemos sea amorosa, compasiva y positiva.
Esta responsabilidad es como un bumerán, regresa a nosotros multiplicada. No solo beneficia a los individuos, sino que también enriquece a la comunidad en su totalidad. Una comunidad emocionalmente rica es una comunidad fuerte, unida y resiliente. Fomenta relaciones saludables, fortalece la comunicación y consolida los lazos que la sostienen.
Tal vez no seamos responsables de cómo encontramos a las personas, pero ciertamente somos responsables de cómo las dejamos después de haber interactuado con ellas. En el caso de nuestro Club, crear un ambiente seguro para nuestros hijos, los adultos mayores y los colaboradores pasa por cultivar un trato responsable.
- Cada paso cuenta: Antes de avanzar, detente y piensa en cómo deseas impactar en quienes te rodean. La consciencia y la consideración son los cimientos para dejar huellas significativas.
- Siembra amor en el viento: Cada interacción es una semilla. Siembra amor con palabras amables y gestos cálidos. Estas semillas darán frutos de una cultura que se contagia en los corazones de otros.
- Sonríe al mundo: Una sonrisa genuina es como una huella fresca en la arena, cálida, acogedora y llena de positividad. ¡Regala sonrisas a lo largo de tu camino y enciende el día de alguien!
- Crea olas de emoción positivas: Toda familia es una ola expansiva que cultiva una forma de ser. Fortalece la responsabilidad de cada uno sobre su forma de interactuar con los demás.
- Sé un faro de confianza: Ofrece apoyo y confianza a aquellos que se cruzan en tu camino. Cuando confiamos y alentamos a otros, dejamos huellas de fortaleza y seguridad en su corazón.
Nuestras acciones tienen la capacidad de traer luz incluso a los momentos más oscuros. Elige sabiamente cómo deseas impactar en los corazones de aquellos que te rodean. ¡Deja huellas luminosas y amorosas en la arena del tiempo!
Valores que nos definen, acciones que nos identifican.
Mira aquí nuestro video sobre los valores del Club de Regatas “Lima”, con Ismael La Rosa.