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El karate es un arte marcial que hace de quienes lo practican mejores personas. Conversamos con Érik Barrantes, director técnico del Regatas, y Nicolás Bouroncle, destacado deportista del Club y seleccionado nacional, quienes nos hablan sobre la importancia de esta disciplina deportiva en la vida.

«Comencé a practicar karate cuando tenía 7 años. Hoy tengo 37 y considero que este arte marcial es superpositivo para las personas. Sobre todo, cuando se empieza a edades tempranas», dice Érik Barrantes, director técnico del equipo de karate que lleva casi dos décadas trabajando en el Club. «En el Regatas, la metodología que manejamos es apuntar a un desarrollo formativo de los más chicos, apoyándolos en su crecimiento como deportistas y, por encima de todo, como personas», resalta Érik, quien señala que los resultados positivos obtenidos en las competencias por sus estudiantes son solo un plus a la esencia de este deporte.

Entre las diversas razones que se encuentran para el entrenamiento de esta disciplina deportiva, Érik resalta el desarrollo psicomotor y la coordinación remota, además de la flexibilidad muscular de los estudiantes. También la canalización y la descarga de energía, que favorecen la capacidad de concentración no solo para los entrenamientos, sino para las actividades del día a día. Asimismo, se trabajan habilidades blandas como la empatía con el otro, porque se enseña el respeto a uno mismo y a los demás, y la tolerancia, que ayuda a quienes practican este deporte a aceptar y corregir sus errores en los entrenamientos y en los campeonatos.

Otro de los aspectos que se ven favorecidos es el fortalecimiento de la confianza y la seguridad en uno mismo. «Genera una mayor autoestima porque vas viendo los cambios, no solamente físicos, sino también en el aspecto técnico, subiendo de nivel y cambiando de cinturón; se empieza con el blanco y luego vas pasando por el amarillo, el verde, el azul y el marrón, hasta llegar al negro. Con el tiempo, el karateca puede ser parte del equipo del Club y, por qué no, representar al país integrando la selección nacional, como es el caso de Nicolás Bouroncle, uno de nuestros atletas más destacados», resalta Érik.

ESTILO DE VIDA

En el 2008, cuando Nicolás Bouroncle tenía 6 años, descubrió el karate luego de que su madre lo matriculó para que practicara un nuevo deporte. Desde entonces, no ha dejado de entrenar y aumentar su nivel de competencia. Debido a ello, en el 2015, comenzó a formar parte de la selección nacional. «El karate, gracias a Érik y Edwin Aseretto, me ha ayudado a formarme como persona y deportista. Me han inculcado el sentido de responsabilidad y las ganas de superarme constantemente, porque siempre hay un escalón más que subir», dice Nicolás, quien, en el 2019, gracias a su constancia y disciplina, obtuvo el cinturón negro.

«El karate es un deporte muy bueno para los chicos de temprana edad, ya que te inculca valores que te acompañan para toda la vida», cuenta el celeste, quien a sus 20 años desea seguir perfeccionando sus habilidades y compitiendo internacionalmente, pues espera el llamado de la federación para viajar al próximo mundial, que se realizará a fines de este mes en Turquía. «Definitivamente, el karate es un estilo de vida y estoy contento con ello», concluye.

¡Nacemos deportistas, nos preparamos para ser campeones!