El año 2022 ha sido frenético para Karla Ortiz. Estuvo presente en todos los partidos que el Club disputó durante la temporada de la Liga Nacional Superior de Vóley 2021-2022 y participó en el Sudamericano de Clubes 2022. Además, acaba de volver de Paraguay, donde fue la capitana y pieza fundamental de la selección peruana que consiguió la medalla de oro en los Juegos Odesur. Un logro que ha llenado de orgullo a Fabiana, su pequeña de cinco años.
“¡Mamá! ¡Es el oro! ¡Yo quiero ser como tú!”, exclamó la pequeña Fabi cuando vio la medalla de Karla. Sin duda, fue un momento que la atacante celeste no olvidará. Así como tampoco olvida sus inicios en Divino Maestro, club donde empezó su carrera como jugadora de vóley. “Gracias a ese grupo, empecé a amar este deporte”, nos cuenta.
La primera persona que le inculcó el gusto por el vóley fue su padre, Carlos Ortiz Muñoz, quien era jugador de básquet. “Lloré con mi primera llamada a la selección de vóley”, recuerda Karla. ”Le dije a mi papá que ya era como él, porque él jugó en la selección de básquet”.
El oro conseguido en los Odesur tiene un significado muy especial para ella. “Es la primera medalla que consigo como mamá”, nos dice con una amplia sonrisa. Fabiana es el motor de su vida y llegó en un momento muy particular, al poco tiempo de haber firmado contrato con el Club de Regatas “Lima”.
“Cuando supe que iba a ser mamá, pensé que tendría que dejar el vóley”, confiesa. Luego agrega: “Creo que llegué en el momento indicado a Regatas, porque me apoyaron con mi embarazo y cuando regresé, al año siguiente, me hicieron parte del equipo. He tenido la suerte de estar en un buen club”.
Karla supo retribuir el compromiso con esfuerzo y dedicación. Fue la cuarta mejor anotadora del torneo, con un total de 294 puntos, y recibió el premio de MVP en los tres juegos de la final frente a Alianza Lima.
Como miembro de la selección peruana que participó en los Odesur, destacó como la tercer mejor anotadora del certamen, con un total de 58 puntos. El combinado nacional le ha exigido tanto dentro como fuera de las canchas. Ha hecho de psicóloga, motivadora, compañera y amiga. En la actualidad, es una de las referentes de la selección; por ende, las jugadoras más jóvenes acuden a ella en busca de su experiencia.
Karla sabe de la responsabilidad que tiene sobre los hombros y hace todo lo posible para que a sus compañeras no les falte nada y puedan prepararse de la mejor manera. Ahora, como seleccionada nacional, tiene en la mira el preolímpico previo a París 2024.
Fiel a su compromiso, Karla siempre jugará cada punto como si fuera el último. Y cuando las fuerzas disminuyan, escuchará la voz de Fabiana, quien, desde la tribuna, le gritará: “¡Mamá, pégale más fuerte!”.