Pablo Lupis, Adolfo Guevara y Peter Hanske. Este 11 de mayo a las 7:00 p.m., en nuestra sede de Chorrillos, Adolfo nos hablará de su libro “Crónicas submarinas… y algo más”.
Definitivamente, bucear es una maravilla. Pero también es una actividad que implica un gran riesgo. Adolfo Guevara lo supo desde su infancia, desde los ocho años, cuando creó una conexión especial con el mar. Hoy, a los 70, se considera uno de los pocos afortunados que ha podido descubrir el fascinante mundo submarino.
Una cosa conduce a la otra. La aventura de bucear lo llevó a adquirir el estado físico idóneo para dedicarse a la caza submarina. Quienes realizan esta práctica conocen el verdadero valor del silencio. Saben lo que es bucear con sigilo y disimulo, con las pupilas dilatadas en medio de la oscuridad, sin tanques de oxígeno a cuestas. Pasar desapercibido es clave para mantenerse invisible frente a las criaturas del mar. La mayor hazaña consiste en capturar peces de distintas especies con un único medio de supervivencia: la apnea.
Lo cierto es que es tan difícil como suena. Detrás de cada pez que Adolfo sacaba del mar, había una historia. “Nunca sabes lo que te puedes encontrar. Cada inmersión es una película distinta”, comenta.
IMPARABLES
Junto a sus compañeros de la delegación nacional, Adolfo entrenaba en nuestro Club gracias a la gestión de Miguel Suazo, quien por aquel entonces tenía el cargo de Director Náutico del Regatas.
El grupo se compenetró a la perfección. Fue pionero de diferentes campeonatos nacionales e internacionales. “La competencia que recuerdo con mayor orgullo es el Mundial de Caza Submarina que se celebró en Ilo, en 1994. Quedamos en el cuarto puesto”, cuenta Adolfo. “Además, siempre arrasábamos en los Nacionales y Bolivarianos. Conseguimos muchos logros para el Perú y el Club”.
Adolfo formó parte de la Federación de Caza Submarina entre 1994 y 2000, y, como asociado deportivo del Regatas, hizo amistades para toda la vida. Luciano Bacci, Luis Giampietri, Michel Piaget, Rodrigo y Rafael Suazo fueron algunos de sus amigos más queridos. A los 21 años, Rafael ya era uno de los tres mejores buzos del mundo, pero, lamentablemente, partió temprano haciendo lo que más disfrutaba: bucear.
Su partida supuso un duro golpe para el grupo. En su memoria, cada año el Club realiza el Campeonato de Pesca Submarina “Rafael ‘Chicho’ Suazo”, donde Adolfo participa sin falta junto a sus amigos submarinistas.
LEGADO TRASCENDENTAL
Dicen que la felicidad es doble cuando se comparte. En el caso de Adolfo, la motivación de guiar a quienes tengan la curiosidad de saber lo que verdaderamente ocurre en las profundidades del mar lo llevó a escribir el libro que tituló “Crónicas submarinas… y algo más”. A través de él, transmite sus vivencias, experiencias y cariño por el mar y la naturaleza. Para sus amigos y compañeros de travesías, revive aventuras del pasado, mientras que a los mortales nos hace sentir partícipes de los momentos de mayor riesgo y lucidez que le tocó afrontar bajo el agua.
Quienes se encuentran viviendo sus primeras aventuras como cazadores submarinos también podrán descubrir los sabios consejos de Adolfo acerca de cómo prepararse, orientarse y tomar precauciones en función de esta práctica apasionante. Todo a partir de su libro, en el que escribe sobre sí mismo y los compañeros que, a lo largo de los años, le contaron sus mejores hazañas. Aunque algunos de ellos ya no estén, sus gestas ya son inmortales.
“Quería dejar un testimonio con la esperanza de que resuene en alguien y, quizás, en algún momento, ese alguien pueda continuarlo”, sentencia Adolfo. “Es un libro en honor a los buzos que recuerdo con orgullo”.
Si quieres conocer más acerca de este libro y de la mágica historia de Adolfo Guevara, te invitamos este 11 de mayo a las 7:00 p.m. al segundo piso de nuestro Hall Principal, en nuestra sede de Chorrillos, donde el propio Adolfo nos hablará de “Crónicas submarinas… y algo más”.
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