
¿Cómo surgieron nuestras tradicionales Regatiadas, aquellas competencias en las que la gran familia del Club participaba en distintas pruebas y disciplinas para fomentar la deportividad y el compañerismo? Si bien ganaron mayor popularidad durante la década de los setenta, sus orígenes se remontan a finales del siglo XIX; en concreto, a 1894, cuando, tras la Guerra del Pacífico y el renacimiento del “Lima”, nuestro fundador, Jose Vicente Oyague y Soyer, propuso organizar unos juegos deportivos interescolares, que se realizaron con éxito.
Poco tiempo después, en 1895 y a beneficio de los bomberos, organizamos un certamen de similares características, a pesar de que, por aquel entonces, aún no contábamos con un local propio. Habría que esperar hasta 1946 para que, oficialmente, se llevaran a cabo los primeros juegos deportivos al interior de nuestra sede Chorrillos. Uno de sus principales artífices fue el asociado Nemesio Ramírez, quien propuso la idea y la concretó durante su etapa como inspector de Deportes del Club.
Posteriormente, en los años setenta, el asociado Rubén Mayer fue clave en la organización de los llamados Juegos Olímpicos Internos, y fue también durante esta década que adoptamos formalmente el término “Regatiadas”, debido a que el Comité Olímpico Peruano reclamó para sí el uso exclusivo del nombre “Juegos Olímpicos”.
Años más tarde, asociados como Iván Dibós, Guillermo Iturriaga y Víctor Flores Fiol contribuyeron a la popularización de las Regatiadas entre la membresía celeste. Cabe destacar que, para 1985, incluso desarrollamos un aparato administrativo, cultural y social que permitía realizar las actividades propias de cada temporada sin trastocar el cronograma de las Regatiadas.
La cantidad de participantes también fue en aumento, tanto que, ya en la década del 2000, y en paralelo, surgieron las Regatiadas Culturales, donde actividades como el teatro, la pintura, la escultura o la declamación fomentaron y fortalecieron el amor por el arte.
Aunque no se llevan a cabo desde hace más de una década, no cabe duda de que las Regatiadas representaron un antes y un después en la forma en que disfrutamos del deporte en el Club, poniendo en práctica juntos, como la gran familia que somos, valores como el respeto, la honestidad y el compañerismo.
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