Historias de pandemia que enaltecen la figura de nuestros deportistas en su preparación para Tokio 2020. En esta cuarta entrega, nuestro representante en tiro nos narra sobre la importancia de las sensaciones a la hora de competir.
Cuando Nicolás Pacheco llegó al aeropuerto Jorge Chávez, pudo escuchar el mensaje presidencial que anunciaba el cierre de fronteras en el país. Eran las 8 pm del domingo 15 de marzo, la pandemia por el COVID-19 ya se había desatado y él acababa de llegar en el último vuelo de Europa a Perú. En ese momento, Nicolás supo que no volvería a ver a su escopeta en un buen tiempo.
La dejó en Madrid, luego de disparar por última vez en el mundial de Chipre, evento que formó parte de su gira europea. El miedo y la incertidumbre ya rondaba en cada evento deportivo. “No sabíamos cómo te contagiabas. En Chipre, varios deportistas italianos estaban resfriados y no habían mascarillas. Pensamos en un momento que nosotros ya podríamos estar contagiados”, recuerda.
Para un deportista de tiro, con el tiempo su arma se vuelve una extensión del brazo. Aquella escopeta ya formaba parte de su cuerpo desde el 2014. Disparar con una nueva sería como pasar de ser zurdo a diestro. Para el celeste, todo se trata de las sensaciones que se generan con cada movimiento realizado, hasta el momento crucial del disparo.
“Las sensaciones buenas te llevan a los resultados”
Aquella noche en el aeropuerto, entendió que sin su arma debía enfocarse en lo físico y lo mental. A pesar del tiempo fuera de las canchas de tiro, Nicolás se mantuvo motivado entrenando desde casa, manteniendo la mente ocupada hasta que se confirmó la postergación de los Juegos Olímpicos para el 2021. “En algunos momentos no sabíamos si es que con la cancelación o postergación tendríamos que volver a clasificar. Esa era la preocupación, porque nos había costado mucho este cupo”, cuenta.
Empezar de cero
Recuperar aquellas sensaciones también le costó, más aún estando lejos de las canchas por 10 meses. Que un deporte como el tiro, realizado al aire libre y en el que por historia siempre se practicó el distanciamiento, no pueda reactivarse, le causaba frustración. “Estuvimos encerrados casi todo el 2020. Muchos trabajan en sus casas de forma virtual, nosotros no podíamos. Nunca habíamos estado tanto tiempo sin entrenar ni competir. Fue muy difícil poder retomar el nivel”, recuerda.
Pero todos estos obstáculos le sirvieron para tener un regreso con mayores ganas. Ya en los Panamericanos de Lima, en el 2019, había decidido poner un alto a todo para dedicarse al 100% en su disciplina, y durante la pandemia se reforzó aquella decisión. “Es la única forma de mantenerse en la alta competencia”, confiesa.
Y los resultados lo acompañaron. Se reencontró con su escopeta a inicios de este año, empezó de cero y realizó algunos cambios técnicos que le dieron resultados en el circuito mundial, incluyendo un cuarto lugar en la Copa del Mundo celebrada en Lonato (Italia). “Las sensaciones que tengo ahora son mucho mejores, siento que he tenido un incremento muy positivo en mi técnica”, comenta.
En un año, Nicolás Pacheco confirmó que está preparado para el reto de conseguir una medalla olímpica. Sabe que su preparación no fue tal y como la había soñado, pero también entiende que las cosas no siempre salen como uno lo planea. “Lo importante es estar bien con uno mismo, fuerte mentalmente”. Así llega él a Tokio. Las sensaciones son buenas.
Hora de competencia:
- Skeet Masculino: Sábado 24 (8 p.m. – Hora Perú)