El 26 de abril de 1875, cuando cinco amigos fundaron el Club de Regatas “Lima”, no imaginaron que 150 años después el pequeño local alquilado en el Hotel Terry se transformaría en una institución con sede propia en Chorrillos, cinco filiales y numerosos deportistas de élite que han subido al podio a nivel nacional e internacional.

Este camino empezó a labrarse durante las primeras regatas donde participaron los bogas celestes, con el 28 de abril de 1878 como la fecha icónica en que logramos nuestro primer triunfo. Sin embargo, en octubre de 1882 las actividades deportivas y recreativas tuvieron que paralizarse, debido a las inclemencias de la Guerra del Pacífico. 

Tras el conflicto con Chile, primó la fortaleza de espíritu de los fundadores del Club, que, encabezados por José Vicente Oyague y Soyer, se reunieron el 7 de agosto de 1894 para asegurar el renacimiento de nuestra querida institución. En ese contexto, la primera decisión deportiva fue organizar unos juegos atléticos en el Callao. “Apenas se instaló el Club de Regatas ‘Lima’, tomó la iniciativa para la celebración de juegos atléticos organizando unas fiestas que fueron sumamente elogiadas y que alcanzaron éxito extraordinario”, consigna el escritor José Gálvez Barrenechea en su obra “Nuestra pequeña historia”, publicada en 1925 a propósito de nuestros primeros 50 años de vida institucional y obsequiada posteriormente por su hijo, José Gálvez Ayarza, a la Biblioteca del Club.

A partir de entonces, comenzamos a afianzarnos como uno de los mejores equipos de remo en el país, y se inició el proyecto de hacer realidad nuestra actual sede Chorrillos. Un hecho destacado ocurrió en abril de 1920, cuando cinco bogas del Club, Hillman, Granda, Escudero, León Porta y Cabieses, remaron desde Chorrillos hasta Ancón. Además, de esta década se tienen registros de las primeras fiestas celebradas por todo lo alto en nuestra sede: matinés, cocktails danzantes, almuerzos y más. 

Para celebrar el cincuentenario del Club, en 1925, José Gálvez Barrenechea nos cuenta que se organizó “una fiesta sencilla, de íntimo carácter, en que se hará la evocación respetuosa de los que crearon la institución y le dieron los alientos generosos que la hicieron renacer y perdurar”. ¡Que viva el Regatas “Lima”!