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Tras una reunión entre nuestra asociada Natalia Coloma y el artista Rafael Lanfranco, hoy la ONG Operación Sonrisa está subastando 26 piezas únicas con el objetivo de recaudar fondos y devolverle una sonrisa a los niños.

En marzo del 2020, una semana antes de que el país quede paralizado ante la llegada del Covid-19, Natalia Coloma le propuso algo impensado al artista peruano Rafael Lanfranco: hacer sonreír a sus wakos. La idea iba en contra del sello personal de su creación, alterando el semblante serio, cuestionador, dubitativo y a veces triste que lo caracteriza. “Es el espacio incompleto de todos nosotros, la dimensión humana detrás del Facebook”, escribió el artista en su página oficial en enero del 2018. 

De hecho, la única vez que Lanfranco le puso una sonrisa a esta pieza fue para pagar una apuesta. “El wako sólo sonreirá si Perú clasifica a un mundial”, dijo en una entrevista para el Diario El Comercio en el 2017. Pero la propuesta de Natalia tenía un trasfondo: crear una colección de 24 wakos sonrientes que sean parte de la subasta anual de Operación Sonrisa, la ONG a la cual pertenece desde el 2017 y que tiene como misión proveer de recursos económicos y humanos a niños con labio y/o paladar hendido.

En el Perú existe un promedio de 900 niños que nacen con esta condición, y se ha registrado una tasa de mortalidad de hasta el 10% sin haber llegado al año de nacidos.  En Operación Sonrisa, desde hace 18 años promueven eventos como “Arte por una Sonrisa”, donde un niño, de la mano de un artista plástico, realiza una obra que luego es subastada. De esta forma recaudan fondos para las 20 misiones médicas internacionales y 80 misiones locales que ya llevan realizadas en diferentes partes del país como Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huaraz, Iquitos, Juliaca, Lima, Piura, Puno y Trujillo. 

“Me quedé enganchada desde el primer evento. A través de esta ONG conocí pacientes y fui a una misión médica dentro de las campañas de cirugía que se realizan en diferentes hospitales, en las que operan entre 100 y 300 niños con esta condición”, cuenta Natalia, madre de tres pequeños. 

Y aunque la pandemia truncó la subasta del 2020, para nuestra asociada ya era momento de refrescar un poco el evento y darle un toque distinto. “Siempre me pareció que los wakos de Rafael encajaban muy bien con Operación Sonrisa. Su sello es la boca y es en lo que nos centramos nosotros”, comenta. Así, esta colección que lleva por nombre Wakos for smile, tiene el plus adicional de contar con una fisura labial hecha por el mismo Lanfranco y la intervención de distintos artistas que, en algún momento, formaron parte de los eventos de Operación Sonrisa. 

Además de la subasta, que va hasta el 28 de marzo, también vienen trabajando en canastas nutricionales para enviar a los pacientes. “Es importante que los niños lleguen bien nutridos y sin anemia. De lo contrario, no los podrían operar”, cuenta Natalia, emocionada de ver cómo se reactivan estas actividades sin perder el principal objetivo: ayudar a devolver una sonrisa. 

Apoya a esta causa:

Ingresa al siguiente link: https://www.wakosforsmile.com/

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