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En esta fotografía, del año 1943, destaca la presencia de Aldo Figallo y Juan ‘El Colorao’ Muñoz.

En 1930 se jugó el primer mundial de fútbol, un deporte que en Lima se practicaba desde la segunda mitad del siglo XIX. El certamen internacional celebrado en Uruguay incrementó considerablemente el interés por el fútbol y nuestros asociados no fueron ajenos a este fenómeno: en el muro donde se jugaba paleta frontón, en la sede Chorrillos, también se reunían y jugaban fulbito sin zapatos. Luego pasaron a jugar en una cancha de cemento, entre dos arcos de madera armados con hilo grueso de pescar. 

Uno de los primeros partidos que jugamos de locales contra otro club fue el amistoso con Regatas Unión. Ante la visita, nuestros celestes decidieron jugar con zapatillas, pero, en la primera parte, el resultado no acompañó: terminó con un saldo de dos a cero a favor de Regatas Unión, así que salimos al segundo tiempo descalzos y logramos la gesta: dimos vuelta al marcador. En nuestro equipo sobresalían jugadores como Aldo Figallo, Fernando Carrillo de Albornoz y Mario Espinoza.

Posteriormente, competimos contra el Lawn Tennis de ‘Tito’ Drago y el Terrazas de ‘Toto’ Terry en torneos interclubes, donde el celeste Aldo Figallo destacaba como goleador. Las leyendas del balompié peruano entraban en acción, el fulbito ganaba adeptos y los fines de semana ya se jugaba religiosamente en el Club, seis contra seis en busca de un gol que solo se podía anotar desde fuera del área. 

Hoy algunos todavía practican la vieja tradición de jugar descalzos, no ya sobre cemento, sino en nuestra cancha sintética, la misma que, del 10 al 25 de febrero, recibirá una nueva edición de nuestro emblemático Campeonato Interargollas. Encuentra más información sobre el certamen aquí

150 años escribiendo historias.

Con los años, el fulbito ganó adeptos en el Club.