Mónica y Verónica Roca Rey nacieron en el seno de una familia que respiraba música y arte. Cuando terminaron el colegio, decidieron estudiar educación inicial a partir de la facilidad que tenían de acercarse a los niños a través de los juegos. “Nosotras atendíamos en una tienda de pasamanerías que tenían mis padres, y en la esquina había un nido. A la hora de salida, íbamos a darles el encuentro a los niños; jugábamos con ellos, mientras las mamás entraban y veían cosas de la tienda. Luego nos ayudaban a hacer muñequitos de piedra. Siempre tuvimos esa facilidad”, recuerda Mónica.
Tiempo después, cuando trabajaban en un nido, motivaron que la música fuera el principal entretenimiento de sus alumnos. Sus canciones calaron tanto en los pequeños, que al llegar a casa les pedían a sus padres que se las cantaran. Esto derivó en el antecedente que sentaría las bases de Musikit: “Las mamás nos pedían que les enseñáramos las canciones del nido. Entonces, grabamos un casete, tipo borrador, con todas las canciones que sabían los niños y se lo dimos a dos mamás. Después nos enteramos de que se lo pasaron entre varias y nos sorprendió, porque no era algo tan elaborado”, confiesa Verónica.
Fue a partir de esto que las hermanas decidieron crear “algo bonito”. Empezaron a componer canciones, a recopilar temas de varios nidos y, así, en 1993 nació Musikit. “La idea no era solo cantar, queríamos sembrar valores en los niños, desde pequeños, a través de la música, los cuentos y el juego”, precisan las gemelas Roca Rey.
Con el tiempo, sus temas calaron en padres, hijos y profesores de diferentes centros educativos. Mario Neumann, esposo de Verónica, acompaña a las gemelas en su emprendimiento. “Hubo gente que compartió muchos momentos en familia gracias a esta iniciativa”, nos dice.
En nuestra sede Chorrillos, las hermanas debutaron con sus puestas en escena en épocas navideñas. “Nos presentamos con un cuento de Navidad durante 6 o 7 años. El escenario estaba en el estacionamiento, frente a la playa 3; también se hizo otro en la terraza de la playa 1”, recuerdan Verónica y Mario.
También recuerdan con cariño la participación de los asociados, de sus hijos y de las academias en los diferentes shows que realizaban. “Actuaban todos, incluidos nuestros hijos, y las academias culturales participaban en la creación de los guiones. Era muy bonito, muy familiar”. Todo concluía con una rica chocolatada.
“Ahora queremos llevar al teatro nuestro cuento ‘Aventuras ecocibiriticústicas’, que habla sobre el cuidado del medio ambiente y la importancia de seguir difundiendo el arte. Queremos que nuestras canciones ayuden a sembrar valores en los más pequeños”, dice Mónica.
El legado de Musikit es invaluable. “Aquellos que escucharon estas canciones de pequeños ahora son papás y se las ponen a sus hijos”, comenta Mario. Los tres saben muy bien que “hacer feliz a un niño es contribuir a un mundo mejor”.